Con un PP en estado de shock, donde casi 100.000 enchufados de lujo en ayuntamientos y autonomías (concejales, asesores y directivos de todo pelaje y condición) se encuentran al borde del ataque de nervios porque ven en peligro cierto las poltronas, los coches oficiales, las Visas oro, los despachos de lujo, las secretarias y el poder nombrar y contratar a dedo, un mundo de lujo y nepotismo sin barreras ni control alguno en el que han vivido instalados más de 20 años, sus miembros se acuchillan unos a otros sin piedad.