Retratos que paga el pueblo a muchos “caras duras”

                              Hace más de treinta años formé parte como vocal, del Pleno de la Cámara de Comercio e Industria de la provincia de Jaén; lo primero que me sorprendió al entrar al salón el primer día, es ver allí unos retratos de pintura al óleo, que representaban a todos los presidentes que habían pasado por allí. Es lo normal en esta siempre anormal España, más pendiente del orgullo y la vanidad que de otra cosa. Como prueba de lo que digo, hoy esa cámara está en la ruina más absoluta; han tenido que ceder aquella sede en la que yo tomé asiento y la penuria llega a tal grado, que los empleados de la misma llevan más de un año sin cobrar las nóminas; motivado todo ello por cuanto “a la Cámara la convirtieron en Camarón, engordándola en extremo”; debido a la cantidad de empleados o enchufados que metieron allí y que desbordaron los costes hasta llegar a ser inasumibles y por tanto han llegado a la quiebra que se cierne sobre el organismo… “ahora tienen que vender todo lo fungible para simplemente que cobren lo que puedan el exceso de nómina que colocaron los irresponsables… dudo que puedan vender los cuadros de los presidentes, puesto que quién va a comprar tan célebres personajes”.

                                Por cuanto sé; esta es la norma en toda España y por pequeño o anodino que sea el organismo, allí ha de quedar el rostro del “más o menos cara dura”, que en su momento presidió el municipio, diputación, ministerio, obispado, o club deportivo… amén de las infinitas cofradías y demás agrupaciones que aquí hay”; es claro que como todo ello, lo paga “el dinero de otros”, pues “hoy por ti mañana por mí”.

                                Como aquí no cambia apenas nada desde la época “de las guerras de moros y cristianos”; la España actual que está más en quiebra que sobrada de efectivos, sigue con los infinitos derroches; y mientras cada vez más españolitos tienen que ir a comer de la caridad que les facilitan, “los afortunadamente muy numerosos buenos samaritanos”, religiosos o laicos; aquí “sus señorías y todos los demás”, llenas de vanidades inimaginables, siguen encargando retratos al óleo, para que sus “caras” queden colgadas en las paredes de las sedes que en su momento dirigieron con éxito o fracasos estruendosos. Así, hay ya “caras” que quedan reflejadas en no sé cuántas paredes oficiales, puesto que hay individuos que han pasado ya por una docena o más de despachos sucesivos y en todos ellos dejaron “su rostro” pagado con el dinero público del que allí se dispusiera en ese momento.

                                Pensemos por ejemplo en el hoy primer ministro Mariano Rajoy Brey; las veces que fue ministro, director general, alcalde y no sé cuántas cosas más; por lo que deduzco que a éste le hemos pagado una docena o más de muy costosos cuadros, que seguro que como al resto, marchados del cargo y al poco tiempo, solo los van a ver y visitar… “las moscas que se posen en ellos para dejar allí sus excrementos”.

                                No es la primera vez que toco este tema y lo hago hoy por cuanto acabo de leer lo que sigue:

                                “¿Despilfarro? España gasta 1,3 millones en los retratos de todos los exministros: El Ministerio que más ha gastado en retratos ha sido Fomento, que sólo desde 1994 ha abonado 283.007 euros por este concepto. El Ejecutivo señala que afronta esta tradición "conjugando en máximo grado los criterios de austeridad y dignidad de la Administración Pública". Los diferentes ministerios exhiben en las paredes de sus sedes y dependencias retratos de sus antiguos ministros por un valor superior a los 1,3 millones de euros, según cálculos aproximados del Gobierno citados este miércoles por la agencia Efe. Así consta en una respuesta parlamentaria del Ejecutivo al diputado de IU, Gaspar Llamazares, que preguntaba por el coste que ha supuesto para las arcas públicas las galerías de retratos que adornan las sedes de los ministerios, en una tradición que alcanza también a otras instituciones, como el Congreso, el Senado o el Tribunal Constitucional. Teniendo en cuenta que no ha sido posible comprobar el importe de la adquisición de muchas de estas obras, ya que se encargaron y abonaron hace décadas, el Ministerio que más ha gastado en retratos ha sido Fomento, que sólo desde 1994 ha abonado 283.007 euros por este concepto”. (06-08-2014 - Vozpópuli).

                                Seguro y como es norma en esta peculiar nación, los encargos a pintores, siempre serán marcados por el amiguismo, nepotismo, miembros de la cuerda política dominante, etc. etc.; por lo tanto las presumibles “obras de arte”, en general serán adefesios, mediocridades o del tipo “tente mientras cobro”. Al menos en épocas anteriores “los poderosos de verdad”, se hacían retratar por los mejores pintores de la época y de ahí las grandiosas obras que nutren hoy los museos que visita el público.

                                Pero lo que no es de recibo es la enormidad de galerías de individuos retratados, los que ocuparon puestos no por méritos que los merecieran sino por ese pernicioso nepotismo, amiguismo o compartir intereses políticos, que en mayoría de veces nada han beneficiado al pueblo español; y para certificar ello no hay más que analizar la verdadera Historia de España y sobre todo la de las últimas épocas, agudizadas por la actual y en la que nos tienen… “en rebajas, saldo y no sabemos si en espera de liquidación por alguna quiebra que aún ni podamos imaginar”.

                                ¿Aprenderán aquí a administrar honestamente el dinero público? No se ven visos de ello y por cuanto el disloque actual así nos lo confirma.

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

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