Viñeta de Forges del 3 de octubre de 2014 en El Pais

Ley, política, gobernanza...

Después de enumerar la escasa rectitud de innumerables actores sociales, la corrupción, los vicios (cuya enumeración se alargaría), la escasa preparación de los ciudadanos en lo concerniente al código de valores humanos y sociales (en este último código se incluyen a quienes son jefes o representan a otros), la baja calidad de la enseñanza (pues no ayuda lo suficiente a que el estudiante piense por sí mismo), observo: ya que el fin de la sociedad es la humanidad, es decir, el hombre mismo, apunto: Un hombre lúcido, talentoso, capaz de aportar nuevos y valiosos rumbos al seno social (para la mejora del bien común), el cual ya percibe retribución por publicar libros o por dedicarse a la política, debiera contribuir al desarrolo de la sociedad (con sus encomiables ideas) de una manera generosa, esperando de ella tan sólo el reconocimiento del mérito de su valiosa aportación. Sin embargo, aunque haya pocos de esos seres excelsos, los que hay esperan mucho más, parece como si tal aportación fuese cosa ajena a su existir, a su impulso vital, al seno que ampoaró su desarrollo vital.
Dicho esto, me pregunto:
* ¿Cuál es la verdadera raíz del hombre?
* ¿Se piensa suficientemente en el propósito social?
* ¿En qué situación se encuentra la humanidad?
* ¿Qué semillas esparces para el renacimiento social?

Saludos